Si ya está así, ¿será por algo?

Si ya está así, ¿será por algo?

¿Por qué innovar? La verdadera pregunta que yo me hago es ¿por qué no?

“Si ya está así, será por algo” es una frase o idea que no han tenido en mente ninguna de las personas que realmente han innovado, o al menos esa es mi opinión. Los que tenemos la buena o mala suerte de no dar nada por sentado, de poner en duda casi todo por costumbre, nos encontramos con situaciones incómodas a diario.

Un domingo de verano instalé una nueva silla de coche para bebé en un coche que se suponía era “grande y amplio” y comprobé que invadía la plaza central trasera, dejando reducido el espacio de dichas plazas traseras para ser ocupadas de forma cómoda y segura por 2 adultos más. Esta simple acción, que con total seguridad realizaron miles de personas antes que yo, en mi caso, de esta forma tan simple y espontánea, es lo que dió origen a lo que hoy es RiveMove.

Habíamos estrenado un nuevo coche en la familia, un SUV de los de tamaño grande para no sólo viajar en familia, sino viajar cómodos y seguros en familia. Dispuestos a hacer el primer viaje familiar de ocio, instalamos la silla, montamos al niño, ajustamos el arnés y nos dirigimos a buscar a los abuelos. Los abuelos ocuparon la parte trasera del vehículo junto con su nieto para empezar el viaje.

No tardé mucho tiempo en darme cuenta que el ocupante de la plaza central trasera viajaba incómodo y con un hombro “aplastado” en la silla de bebé. Esta situación la han sufrido miles de familias en el mundo… pero en ese momento yo pensaba: “¿estará defectuoso el coche y ha venido con los ISOFIX mal soldados?” La duda me duró muy poco, cuando llegamos a destino hice tres cosas:

1. Ver a simple vista por qué la silla invadía parte de la baqueta central, era evidente, el ISOFIX estaba en un sitio incorrecto.
2. Llamar por teléfono a la única persona que en ese momento reunía los dos requisitos que yo necesitaba acerca del estado del arte al que me enfrentaba: Que tuviera experiencia en ingeniería de automoción y que tuviera un coche de la misma marca que el mío.
3. Medir con el flexómetro, que siempre viaja en mi guantera, la distancia de la silla a la puerta, esa distancia que incomprensiblemente incidía directamente en la plaza central trasera y por ende en el conjunto de las plazas traseras del vehículo.

Escribiendo estas líneas me pregunto por qué en ningún momento se me pasó por la cabeza: “Si ya está así, será por algo”.

En un margen muy corto de tiempo, gracias a personas del sector de la automoción, entendí que los 7 centímetros perdidos no tenían nada que ver con la seguridad y me puse manos a la obra. Tuve la fortuna de haber comprado un SRI con una estructura de acero, por lo que me fué muy sencillo desplazar los ISOFIX en la misma silla sin demasiada complicación. En ese momento confié en la profesionalidad de mi primo Alfonso para trabajar en un material del que yo en 2010 desconocía casi todo: el acero. En pocos días la silla estaba modificada e instalada para que mi BMW X5 tuviera de nuevo las cinco plazas por las que había pagado.

Escribiendo este post recuerdo como usamos un tubo de acero del mismo espesor que el acero del que estaba fabricada la estructura de la silla, cortamos y resulta que soldamos la estructura con los ISOFIX boca abajo, etc.

Por cierto, conservo la silla original con la que comenzó lo que hoy es RiveMove. Desde ahí hasta donde estamos ahora hay un largo camino que contaré en las siguientes semanas.