Sillas a contramarcha

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Sillas a contramarcha

Las sillas a contramarcha ofrecen más seguridad ante impactos frontales. Es recomendable su uso para los niños de hasta 4 años (18 kg o 105 cm)

Las sillas de coche para bebé o Sistemas de Retención Infantil (SRI) ofrecen la mejor protección que puede llevar un niño cuando se encuentra a bordo de un vehículo, reduciendo en un 75 % las muertes en caso de accidente y en un 90 % las lesiones siempre y cuando las sillitas de seguridad se adecuen a las necesidades de los más peques y estén correctamente instaladas en tu vehículo.

Desde Rivekids Technology sabemos que a la hora de comprar son muchas las dudas que surgen: ¿qué tipo de silla necesito?, ¿qué beneficios tiene el anclaje ISOFIX? y, una de las que más polémica suscita, ¿qué posición es mejor, sillas A FAVOR o sillas A CONTRAMARCHA?

RAZONES POR LAS QUE las sillas de coche A CONTRAMARCHA SON MÁS SEGUROS PARA LOS NIÑOS

Hoy nos centraremos en esta última: ¿POR QUÉ SON MAS SEGURAS LAS SILLAS A CONTRAMARCHA? Además, desmontaremos algunos mitos falsos de estos sistemas.

SILLAS A CONTRAMARCHA POR LAS NECESIDADES DEL CUERPO DEL NIÑO MENOR DE 4 AÑOS (105 cm o 18 kg)

Lo primero que nos gustaría señalar es que los 4 años es una edad orientativa como límite al uso de estos sistemas. La nueva normativa ECE R129 (i-Size) habla de tallas, en concreto debemos emplear sillas a contramarcha al menos hasta que el niño alcance los 105 cm de altura o 18 kg de peso.

El cuerpo de un niño es totalmente diferente en proporciones al del adulto, ya que, mientras el peso de la cabeza en un adulto puede representar un 6% del total, en un bebé representa en torno al 25% de su peso. El gráfico a continuación permite observar las diferencias en la masa de la cabeza de niños desde su nacimiento hasta los 10 años y el porcentaje que esta supone con respecto al total de su masa corporal.

Este gran porcentaje de masa para los menores de 4 años y el bajo desarrollo de la musculatura cervical en estas edades hacen que los niños más pequeños sean especialmente susceptibles a sufrir daños cuando viajan en un vehículo, y por ello requieren sillitas específicas que les protejan al máximo.

Es habitual ver como se habla de que a una determinada velocidad se produce una fuerza concreta en el cuello del menor. Sin embargo, y debido a que en un impacto se generan diferentes fuerzas debido a las aceleraciones producidas en él, y sobre todo diferentes componentes de las mismas (no todas ocurren en una sola dirección), lo mejor según nuestro criterio no es echar cuentas rápidas y simplificadas que de poco sirven. Vamos a ver las fuerzas generadas en el cuello de un dummy Q3 (el equivalente a un niño de 3 años) cuando viajen en sillas a contramarcha. Los datos mostrados se registraron en ensayos reales realizados por RiveKids en ensayos de control de las propias sillas, puedes ver algunos de ellos en este enlace.

Si nos fijamos en los resultados de una silla que viaja a contramarcha, en un impacto frontal a 48,4 km/h se produce una aceleración máxima de la cabeza de 43,8 g y una fuerza en el eje Z (de tracción) en el cuello de apenas 180 Newtons, o 18,4 kilogramos fuerza.

Si comparamos estos resultados con los de un dummy Q6 (el equivalente a un niño de 6 años) que viaja a favor de marcha vamos a observar que estas fuerzas aumentan significativamente: a 48,7 km/h se produce durante un impacto frontal una aceleración máxima de 71,45 g en la cabeza lo que se traduce en una fuerza en Z en el cuello de 2.170 N, o 221,3 kgf.

Evidentemente no se trata de la misma silla (obvio) y estamos utilizando un dummy mayor, por lo que las masas no son iguales, pero basta para hacerse una clara idea de los órdenes de magnitud de las fuerzas puestas en juego y de las enormes diferencias entre un caso y otro. La conclusión es clara, no debemos someter a ningún niño menor de 4 años con la musculatura cervical aún por desarrollar a la posibilidad de soportar cargas mayores de las que nos ofrecen los mejores resultados para los niños más pequeños, este es el motivo principal por el que debes elegir una silla de coche para bebé (SRI) a contramarcha.

Solo cómo dato curioso, tanto para sillas a contramarcha como en el sentido de la marcha, en un accidente o en un ensayo de impacto hay muchos factores a tener en cuenta, también con sillas a contramarcha, como por ejemplo la diferencia entre hacer un ensayo de impacto con una dummy Q3 o un dummy P3 que a primera vista pueden parecer similares, nada más lejos de la realidad. Aquí podrán profundizar más en las diferencias, pero para simplificarles, decir que la masa de una cabeza de un dummy P3 es de 2,7 kg (dummy utilizado en la norma ECE R44/04) y pesa mucho menos que la cabeza del dummy Q3, que es de 3,51 kg (dummy utilizado en la norma ECE R129 o más conocida como i-Size).

Y EN CASO DE IMPACTO TRASERO ¿QUÉ PASA CON LAS SILLAS A CONTRAMARCHA?

Una de las preguntas a las que más veces nos enfrentamos al hablar de este tipo de sillas a contramarcha es la de ¿qué ocurre ante un impacto trasero? Entendemos que surja esta duda y vamos a tratar de explicar su respuesta.

Empecemos por una pequeña introducción. A pesar de que los sistemas de retención se desarrollan fundamentalmente para soportar impactos frontales y laterales, este tipo de accidente es más frecuente de lo que cabría esperar, especialmente en vías urbanas (60 % del total de accidentes por alcance, múltiples o en caravana). Aun así, el número de fallecidos por este motivo es inferior al de otros accidentes menos frecuentes pero de consecuencias más graves: salidas de la vía, colisiones y atropellos, impactos frontales e impactos fronto-laterales.

Lo que hace diferente a un impacto por alcance de uno frontal para este tipo de sillas, son las velocidades relativas de los vehículos implicados en el impacto, o más bien las energías y deceleraciones puestas en juego, como ya nos explicaba en un post anterior Guillermo.

En caso de producirse un impacto frontal el vehículo se ve frenado en su marcha mientras que los ocupantes continúan en su movimiento hasta que los sistemas de retención comienzan a ejercer su función. Así, el niño situado a contramarcha distribuye la fuerza ejercida sobre la silla por su espalda y la parte posterior de la cabeza, minimizando los esfuerzos y limitando los desplazamientos relativos de la cabeza respecto al torso. Como resultado el nivel de protección ofrecido es infinitamente superior al de cualquier silla situada a favor de marcha.

Por el contrario, en impactos por alcance el vehículo se lanza hacia adelante y el niño y la silla se desplazan hacia la parte posterior; al igual que en el caso anterior, consecuencia directa de la primera ley de Newton. A todos los efectos la situación es análoga a la que se produciría en un impacto frontal utilizando una silla a favor de marcha. Ojo, esto no quiere decir que la silla no vaya a trabajar adecuadamente absorbiendo parte de la energía de impacto y protegiendo al niño; como ya hemos dicho, las consecuencias en este tipo de accidentes suelen ser menos graves y además los niveles de tolerancia al daño son algo más altos en esta orientación.

En resumen, las sillas a contramarcha ofrecen los mayores niveles de protección en impactos frontales, siendo los accidentes por alcance en la mayoría de los casos de una severidad menor.

MITOS SOBRE LAS SILLAS A CONTRAMARCHA

Lamentablemente, a pesar de la más que evidente mejora de la seguridad al utilizar este tipo de sillas, aún es común que se rechacen porque: “son más caras”, “no podemos ver a nuestro hijo”, ”los niños se marean más”, o que “son más incómodas, porque a cierta edad sobresalen las piernas”.

Pero esto es ¡totalmente FALSO!

Las sillas a contramarcha más económicas pueden rondar los 200 € y son más seguras para las tallas de las que hablamos en impacto frontal que cualquier modelo que se instale a favor de marcha de los que nosotros hemos ensayado. Recientemente ha salido al mercado algún modelo de silla en el sentido de la marcha que declara unos niveles de protección muy altos en impacto frontal y estamos deseando poder ensayar dicha silla para compartir los resultados.

Los niños son infinitamente más flexibles que nosotros los adultos, por lo que ni van incómodos, ni es para ellos un problema que les sobresalgan las piernas. Además, si es el modo en el que han ido desde que nacieron tampoco conocen otra cosa, no pueden compararlo con nada, y por ello tampoco se van a marear más.

¡¡¡Vale, ya lo he entendido todo!!! Es más seguro viajar a contramarcha ante un impacto forntal, pero ¿hasta cuándo tiene que ir un bebé a contramarcha? Descúbrelo pinchando aquí y resumiendo: ¡TODOS A CONTRAMARCHA HASTA LOS 18 kg O 105 cm!

Y para reforzar aún más el mensaje de la importancia de viajar en sillas a contramarcha, hemos lanzado la primera campaña #ACMenNavidad donde hasta el niño Jesús ha viajado por primera vez en silla a contramarcha.

¡Esperamos que este post os haya servido para decidiros por los sistemas de retención infantil a contramarcha y que recomendéis y compartáis nuestros consejos! “El verdadero viaje es el que termina como comenzó, con felicidad e inocencia”

#0víctimas #SeguridadVial #EducacionVial #RiveKidsXlaSeguridad

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