Mejorar las infraestructuras para bicis.
Es vital mejorar la seguridad de los colectivos más vulnerables que circulan por las vías, como es el caso de los ciclistas a nivel global. Para conseguirlo, es necesario llevar a cabo una serie de medidas para mejorar las infraestructuras para bicis: que limiten la velocidad o crear infraestructuras para alcanzar dicho objetivo.
¿Los nuevos elementos de movilidad personal están dejando de lado a las bicis como elementos de movilidad sostenible?
Estados Unidos, un país a mejorar para los ciclistas.
En el año 2014, solo en Estados Unidos, hubo 902 ciclistas fallecidos y más de 35.000 hospitalizados por heridas graves. Estados Unidos es uno de los países con las tasas de heridos y fallecidos más altas por km recorrido. Para ponernos un poco en situación, en el año 2010, por cada 100 millones de kms recorridos en bici hubo 5 fallecidos en Estados Unidos, mientras que en Holanda y Dinamarca solo 1.
Estos datos nos hacen ver que EEUU tiene un largo camino por recorrer en la seguridad de los ciclistas. Es posible reducir considerablemente estos datos, pero para conseguirlo deben mejorarse las leyes e infraestructuras existentes y, en ocasiones, crearse nuevas.
Un claro ejemplo de lo que se puede conseguir al mejorar las infraestructuras lo encontramos en Boston, donde consiguieron, entre 2007 y 2014, reducir considerablemente la tasa de ciclistas heridos y aumentar el uso de bicicletas.
A excepción de algunas ciudades que han seguido el ejemplo de Boston, el resto de las carreteras estadounidenses no tienen ningún tipo de infraestructura para ciclistas y lo poco que hay está mal diseñado, mal conservado o no está conectado a las demás vías de forma apropiada.
Países Bajos, Alemania y Dinamarca, un ejemplo a seguir en la seguridad de los ciclistas.
Estos países europeos tienen a sus espaldas décadas de experiencia sobre cómo mejorar la seguridad de los ciclistas. Muchas de sus ciudades tienen grandes extensiones de carriles bici, tanto en la acera como en la calzada. Además, algunas grandes ciudades han construido “superautopistas para bicis” que les permiten ir más rápido y seguros en los desplazamientos al trabajo.
La red de bicicletas en las ciudades holandesas, alemanas y danesas también incluye calles especiales para bicis: calles estrechas en las que los ciclistas tienen derecho de paso sobre los automóviles. La mayoría tienen límites de velocidad de 30 km/h o menos y con infraestructuras que obligan a los vehículos a ir más despacio, como intersecciones elevadas, coches aparcados alternando sitios, estrechamientos de la calzada, etc.
Además de una buena infraestructura, muchas ciudades europeas imparten clases de seguridad vial en las escuelas con el fin de mostrar a los niños la forma correcta de comportarse siendo peatón, ciclista o conductor. Más allá de promover la seguridad vial, la aplicación de las normas de tráfico es mucho más estricta en los Países Bajos, Alemania y Dinamarca.
No es suficiente con aumentar las infraestructuras.
Sin embargo, no basta solo con aumentar las infraestructuras para bicicletas, también hay que elegir el tipo de infraestructura adecuado. Muchas investigaciones demuestran que es de vital importancia que haya una separación física entre los carriles bici y las carreteras, sobre todo si tienen mucho tráfico. Tampoco faltan los detractores de esta segregación.
Un estudio realizado en Canadá sobre los distintos tipos de infraestructuras para bicicletas ha descubierto que los carriles bici segregados son los más seguros para los ciclistas, ya que están separados de la carretera por bolardos, bordillos elevados, etc.
También se demuestra que las calles principales sin coches aparcados y con carriles bici son un 90% más seguras que si hubiera parking para coches. Por lo tanto, reduciendo los límites de velocidad, eliminando los aparcamientos en las calles principales y sustituyéndolos por carriles bici, se conseguiría mejorar la seguridad de los ciclistas.
Otro estudio realizado en Montreal (Canadá), una de las ciudades con la mayor red de carriles bici de América del Norte, descubrió que los carriles bici tenían una tasa de heridos un 28% menor que las carreteras que no tienen estas infraestructuras y atrajeron 2.5 veces más viajes en bicicleta que las carreteras sin carril bici.
Conclusiones sobre cómo mejorar las infraestructuras para la bici
A modo de resumen, podemos decir que para mejorar la seguridad de los ciclistas hay que educar a las nuevas generaciones en esta materia, para que desde temprana edad aprendan a respetar las normas y sepan cómo actuar en el futuro. También hay que llevar a cabo ciertas medidas, como reducciones de velocidad o carriles bici separados de la carretera, para evitar al máximo posible los accidentes y, en caso de que se produzca alguno, reducir al máximo el daño que puedan sufrir los ciclistas.
Tampoco debemos dejar de lado a un colectivo mucho más vulnerable, el peatón, que en ocasiones se le saca de este tipo de estudios segmentados por tipología de vehículo. Es necesario, como todo en Seguridad Vial, un estudio transversal de la sociedad para que los beneficios para unos no signifiquen perjuicios para los otros.
Después de ver lo lejos que están en EEUU de tener ciudades seguras para las bicis y lo bien resuelto que tienen el problema en Holanda, ¿dónde está España? Podríamos decir que España está en un término medio entre los americanos y los holandeses en lo que a infraestructuras para la bici se refiere.
¿Están las políticas de movilidad españolas actuales apostando por la bicicleta o por otros medios de transporte como los vehículos de movilidad personal?