ESFUERZO vs TRABAJO
Hace unos cuantos años, ya en el desempeño de mi carrera profesional posterior a mi formación académica, oí por primera vez esta explicación de la diferencia entre esfuerzo vs trabajo y desde entonces es muy rara la semana que no la recuerde varias veces y más raro todavía que no se la cuente a cualquier colaborador que se cruce en mi camino (o yo en el suyo) en nuestros primeros días de relación.
Definición de ESFUERZO y TRABAJO
Para explicar esta diferencia y poder aplicarla a la vida cotidiana o, más en concreto, al entorno laboral, vamos a establecer la analogía entre lo que todo el mundo entiende por esfuerzo y trabajo, en base a sus definiciones según la RAE, y esfuerzo y trabajo como magnitudes físicas.
Según la RAE (quedándonos sólo con una de sus varias acepciones):
- Esfuerzo: Empleo enérgico de la fuerza física contra algún impulso o resistencia.
- Trabajo: Acción y efecto de trabajar. (Trabajar: Intentar conseguir algo, generalmente con esfuerzo).
En Física:
- Esfuerzo: Magnitud física que mide la fuerza aplicada por unidad de área.
- Trabajo: Magnitud física que mide la fuerza necesaria para desplazar un cuerpo una cierta distancia (desplazamiento).
Diferencia práctica entre ESFUERZO y TRABAJO
Imaginemos que te pones a empujar con tus manos y con todas tus fuerzas sobre una pared sólida de hormigón. Sin entrar en detalle ni pretender estimar y calcular de forma exacta las variables y magnitudes que intervienen en las fórmulas anteriores, tenemos que:
- Estás ejerciendo una fuerza (con la que estás empujando) aplicada sobre un área concreta (el área de tus manos), por lo tanto, ESTÁS DESARROLLANDO UN ESFUERZO.
- Estás ejerciendo una fuerza (con la que estás empujando), PERO no estás consiguiendo mover la pared, es decir, estás obteniendo un DESPLAZAMIENTO CERO y, por consiguiente, ESTÁS OBTENIENDO UN TRABAJO CERO.
Llevando esto a la vida cotidiana y, sobre todo, al entorno laboral: ¿Conoces a alguien que diga que no trabaja demasiado o que cobra más de lo que trabaja? Casi seguro que no, lo habitual es lo contrario.
Lo típico es justificarse e intentar crecer (profesionalmente hablando) con lo mucho que se hace, PERO realmente ¿de qué sirve? Ya hemos entendido la diferencia entre esfuerzo y trabajo. Todo eso que se dice que se hace es ESFUERZO NO TRABAJO. Esa argumentación debería ser NO POR LO QUE SE HACE (esfuerzo), SINO POR LO QUE SE CONSIGUE (trabajo).
En los últimos años se ha hablado mucho en las empresas, y muchas de ellas lo han interiorizado y establecido, de cosas como “trabajar por objetivos”, “evaluación del desempeño”, “flexibilidad de horario”, “trabajo desde casa”, etc.
Habrá muchos que piensen cuando lean esto que ya es un tema asumido y superado, que forma parte del pasado y que hablar de esto hoy está desfasado, PERO la realidad, al menos en los entornos, tanto productivos como de investigación, en los que hasta la fecha he desarrollado mi carrera profesional, es que sigue habiendo mucha gente, de abajo a arriba y de arriba a abajo, que siguen valorando y justificándose por el “movimiento”, simple y puro movimiento, aunque no lleve a ningún sitio.
¿Cómo salir de la rotonda?
Como he repetido muchas veces: “si lo que haces es no dejar de dar vueltas a la rotonda, porque eso sirve para justificarte y además tu superior lo valora, seguro, seguro, seguro van a pasar dos cosas: al cabo del tiempo estarás en el mismo sitio y, además, estarás muy cansado física y mentalmente, lo que te limitará para cuando de verdad se te necesite al 100 %”.
Por lo tanto, no debería bastar con HACER, hay que CONSEGUIR, y para ello conviene, al menos de vez en cuando, detenerse y pensar, mirar hacia atrás para analizar el camino recorrido y valorarlo en función del TRABAJO, no del ESFUERZO. Si esa valoración, hecha de forma objetiva, no es positiva y satisfactoria, habrá que buscar otros caminos y recurrir a otras técnicas que te permitan “salir de la rotonda”. Como decía Einstein: “Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”. Para ello: fomenta la iniciativa y creatividad tuya y de tus colaboradores, define con detalle los objetivos y el plan de acción para conseguirlos, ejecuta ese plan conforme lo has definido, frena y analiza periódicamente los logros o avances alcanzados, reconduce el plan en base a ese análisis sin perder de vista los objetivos y… conseguirás los resultados esperados.
En RiveKids procuramos tener esto siempre muy presente… somos una empresa aún muy joven, con un equipo impresionante pero corto y con recursos económicos muy limitados, por lo que no nos podemos permitir estar demasiado tiempo “en la rotonda” y dedicar ESFUERZO a tareas que no dan o no tienen pinta de dar un resultado concreto y positivo a corto plazo, o sea, TRABAJO.
Optimizar los escasos recursos disponibles es la única alternativa posible para subsistir. No sabemos dónde nos llevará el camino, pero intentamos “definir y controlar” el camino por el que vamos y NO que el camino nos lleve a nosotros o, lo que es peor, que nos “atrape la rotonda”.
Armando
TREMENDO TU POST!!! MUY ESCLARECEDOR…MUCHISIMAS GRACIAS POR LA EXPLICACIÓN…ME ACLARÓ MUCHAS COSAS!!!! GRACIAS GRACIAS GRACIAS!!!
Jesús Casado de la Fuente
Hola Armando. Muchas gracias por tus comentarios, esa era la idea…